Trujillo en Línea.- El Papa Francisco habló sobre la importancia de algunos momentos de la vida familiar como, por ejemplo, la comida. Dijo que es un momento de reunión y unidad y que están amenazados por el mal uso de las nuevas tecnologías como la televisión o los teléfonos móviles.
Su santidad expresó que es mucho más importante una reunión familiar en la mesa, previo al almuerzo o a la cena, donde todos, padres e hijos pueden expresar sus momentos importantes del día, alegrías, logros y también tristezas. Por eso, sostuvo, apaguen los celulares y la televisión.
RESUMEN DE LA CATEQUESIS DEL PAPA EN ESPAÑOL
Queridos hermanos y hermanas:
En la vida familiar aprendemos desde pequeños la convivialidad, bellísima virtud que nos enseña a compartir, con alegría, los bienes de la vida. El símbolo más evidente es la familia reunida entorno a la mesa doméstica, donde se comparte no sólo la comida, sino también los afectos, los acontecimientos alegres y también los tristes.
Esta virtud constituye una experiencia fundamental en la vida de cada persona y es un termómetro seguro para medir la salud de las relaciones familiares. Una familia que no come unida o que mientras come no dialoga y está mirando la televisión o cada uno con su telefonino o con su aparatito es una familia "poco familiar”. Yo diría es una familia automática.
Los cristianos tenemos una especial vocación a la convivialidad. Jesús no desdeñaba comer con sus amigos. Y representaba el Reino de Dios como un banquete alegre. Fue también en el contexto de una cena donde entregó a los discípulos su testamento espiritual, e instituyó la Eucaristía. Y es precisamente en la celebración Eucarística donde la familia, inspirándose en su propia experiencia, se abre a la gracia de una convivialidad universal y a una fraternidad sin fronteras, según el corazón de Cristo, que entrega su Cuerpo y derrama su Sangre por la salvación de todos.
Saludo a los peregrinos de lengua española y a todos los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Roguemos para que cada familia participando en la Eucaristía, se abra al amor de Dios y del prójimo, especialmente para con quienes carecen de pan y de afecto. Que el próximo Jubileo de la Misericordia nos haga ver la belleza del compartir. (Redacción Central-resumen Romereports)
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