Trujillo en Línea.- Nada de pacífico tuvo el paro programado por los transportistas trujillanos. La medida de fuerza se salió de control cuando chóferes y cobradores atacaron con palos y fierros a los vehículos que no se unieron a su protesta.
En la intersección de la avenida Miraflores y América Norte la policía tuvo que disparar al aire para controla a la turba que bajo amenazas obligaba a bajar a los pasajeros que intentaban llegar como sea a sus centros de estudios o trabajo.
En la avenida los Incas, otro piquete de transportistas con cuchillos en mano atacaron los neumáticos de los vehículos que no participaron de su manifestación. Aquí los agentes del orden detuvieron a Carlos Eduardo Ávalos León.
El paro tuvo como objetivo presionar al Ministerio Público y la Policía Nacional para exigir la liberación de los dirigentes Blanca García, Luis Zarate y Rodolfo Acosta. Los tres fueron detenidos el pasado 14 de octubre acusados de pertenecer a la organización criminal Los Canallas de La Esperanza.
El presidente de la Central Regional de Transporte Urbano de La Libertad, Orlando Villanueva, aceptó que todo se salió de control; pero trató de culpar a la policía y hasta los acuso de tener vínculos con extorsionadores.
Lo preocupante es que el dirigente anunció que si sus compañeros no son liberados paralizarán sus unidades por 48 horas lo que podría generar más conatos de violencia en la ciudad.
Los conductores de los vehículos que no paralizaron elevaron sus tarifas en 50 % debido al riesgo de terminar con los neumáticos pinchados o el parabrisas roto. (Redacción Central)
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