Trujillo en Línea.- El ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez, señaló hoy que el grave derrame de hidrocarburos ocurrido en Ventanilla (Lima) y que ha dañado el ecosistema marino, el balneario de Ancón y otras playas del litoral central del Perú, es un delito ambiental que no puede quedar impune.
La reparación ecológica con tecnologías limpias es una exigencia inmediata a Repsol, incluso debiera evaluarse la suspensión de su licencia.
En ese sentido, afirmó que existe una real afectación económica para aquellos que viven de manera directa e indirecta del turismo, en esa zona del país.
“Además del terrible daño a la fauna marina y silvestre, tenemos otro que es preocupante: la afectación de las familias que viven del turismo. Los bañistas permitían que negocios relacionados al turismo y la recreación generen ingreses económicos, los cuales ahora se han perdido”, aseveró.
Debido a ello, el titular del Mincetur mencionó que Repsol debe hacerse responsable e indemnizar al Estado peruano, las familias afectadas, los pescadores artesanales y los gobiernos locales.
“Como ciudadanos exhortamos los buenos oficios al Gobierno Español”, dijo. (Fuente Andina)
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