Trujillo en Línea.- En mi mente siempre ha estado el deseo de estudiar una carrera y ayudar a mi familia”, afirma Lissy Mendoza Sandi, madre de una niña de casi 3 años, hija de padres agricultores y la primera en su familia en acceder a la educación superior. Su firmeza para alcanzar su objetivo de convertirse en una profesional le ha permitido seguir adelante a tal punto de llegar a representar al Perú y de revalorar a su pueblo kukama kukamiria en una pasantía realizada en Wake Forest University, Estados Unidos.
La pasantía en Estados Unidos, realizada en setiembre de 2023, le permitió a Lissy compartir su experiencia, ante otros jóvenes líderes indígenas de diversas partes del mundo, sobre la cosmovisión de su pueblo y explicar sobre los desafíos que enfrentan en la actualidad; así como dar a conocer la importancia de la educación intercultural bilingüe para los pueblos indígenas. Ella fue elegida para este intercambio estudiantil debido a su alto rendimiento académico en su carrera de Educación Intercultural Bilingüe, que sigue en el Programa de Formación de Maestros Bilingües de la Amazonía Peruana (Formabiap) de la Escuela de Educación Superior Pedagógica Pública Loreto.
Su destacado rendimiento académico también fue el que la llevó a conocer, y luego obtener, la Beca 18, concurso que brinda el Ministerio de Educación, a través del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec). “En mi comunidad San Martín de Tipishca no contábamos con internet, pero un profesor nos comentó sobre esta beca. Al inicio no sabía bien de qué manera me podía ayudar, pero hablé con mis papás y ellos me dijeron que era mi gran oportunidad para ser una profesional y para ayudar a los niños de mi pueblo, porque me convertiría en docente”, cuenta la becaria, quien considera a sus padres como una de sus principales motivaciones.
Precisamente el apoyo de sus padres fue muy importante para Lissy cuando ella quedó embarazada. “Al inicio fue muy duro aceptarlo, pero las palabras de mi madre me hicieron reflexionar. Ella me dijo que tener un hijo será un motivo para salir adelante, y con más responsabilidad, y que no desaproveche la beca que ya había ganado, pues las oportunidades solo llegan una vez”, cuenta la becaria, que también tiene el apoyo del padre de su hija, quien, al igual que ella, ganó Beca 18 del Pronabec. Él próximo año, Lissy culminará su carrera, y tiene claro ejercer su profesión en su comunidad para que más niños se sientan orgullosos de su cultura y también se conviertan en profesionales.
“A mi hija también le gustaría ser educadora”
Desde que tenía 5 años, a Karla Zavaleta Huancachoque le apasionó la historia, principalmente la vivida en su distrito natal de Tinta (provincia de Canchis, Cusco), lugar donde iniciaron los primeros pasos para la independencia del Perú. Su pasión le llevó a crear poesías en honor a los héroes de esta hazaña y a recitarlas en quechua y castellano en cada concurso que se organizaba en su distrito. Los años pasaron y ahora difunde estas composiciones junto a su hija T’ika.
“T’ika tiene 10 años, y desde los 3 años recita poesías en todos los concursos de mi localidad, como lo hacía yo. Estas participaciones también le han ayudado a desenvolverse ante el público. Ahora es muy participativa, le gusta el deporte y el arte en general”, cuenta con orgullo Karla sobre su hija, con quien, asegura, tiene una gran conexión. Incluso T’ika le ha dicho que quiere seguir sus pasos y convertirse en educadora, pues Karla estudia Educación Intercultural Bilingüe en la Escuela de Educación Superior Pedagógica Pública Tupac Amaru de Tinta.
Karla tuvo la oportunidad de seguir esta carrera gracias a la beca Continuidad del Pronabec. “Nunca me imaginé que podría recibir el apoyo del Estado. Ganar esta beca representa la posibilidad de cumplir mi sueño, mi meta, de ser una profesional y, de esta manera, ayudar a los niños de mi pueblo”, dice la becaria, quien, junto a su pequeña T’ika, pasó por varios empleos antes de iniciar sus estudios superiores.
“Mis padres no pudieron culminar la primaria, pero siempre nos ayudaron en nuestras tareas y nos motivaban a que mis hermanos y yo estudiemos en una institución de educación superior”, cuenta Karla, natural de la comunidad campesina Uchu, de pueblo indígena quechua, y también hija de padres agricultores. Las palabras de sus papás le dejaron claro que quería convertirse en una profesional.
Hoy Karla, además de cursar el octavo ciclo de su carrera y acompañar a su hija en su camino de vida, realiza labores como guía en el museo Tupac Amaru, de Tinta, porque nada le ha quitado la pasión por difundir la historia del héroe cusqueño y de su familia. “Muchas personas no conocen sobre Tupac Amaru, Micaela Bastidas, o su hijo Fernandito, y qué pasó después”, afirma la becaria. También, como parte de su carrera, ya está realizando prácticas preprofesionales. Durante sus sesiones de enseñanza comparte con los niños sobre la historia de Tinta y les impulsa a crear poesías. “Nuestros niños ya conocen más sobre nuestros incas, el respeto a nuestra pachamama; esto es muy importante para su identidad”, agrega.
El Pronabec continúa brindando la oportunidad de acceder y permanecer en la educación superior a madres peruanas, como Karla y Lissy, quienes aseguran que “nunca es tarde para cumplir los sueños y tampoco hay un límite de edad para estudiar”. Ellas son parte de los más de 233 000 peruanos que han transformado sus vidas a través de la educación superior, gracias al Pronabec.
Si tienes consultas sobre las becas y créditos del Pronabec, puedes ingresar a su página oficial www.gob.pe/pronabec, visitar el canal de Facebook www.facebook.com/PRONABEC, o llamar a su línea gratuita 0800 000 18, central telefónica (01) 612 8230 o escribir por WhatsApp al 914 121 106.
Más de 100 mil estudiantes verificarán situación de la convivencia escolar en colegios públicos y privados
Con la finalidad de contribuir al desarrollo integral de los escolares en entornos seguros y libres de violencia en las instituciones educativas del país, más de 100 mil estudiantes del programa “Auditores Juveniles” de la Contraloría General realizan la veeduría “Convivencia Escolar” para verificar el cumplimiento de la normativa que regula dicha materia.
Los estudiantes de nivel secundario de colegios públicos, privados y por convenio supervisarán, con el apoyo de sus docentes o padres de familia, el cumplimiento de la Ley N° 29719 y su reglamento que promueve la convivencia sin violencia en los colegios, estableciendo los mecanismos para diagnosticar, prevenir, evitar, sancionar y erradicar la violencia, el hostigamiento, la intimidación y cualquier acto considerado como acoso entre los alumnos.
También, la Ley N° 28044 Ley General de Educación y su Reglamento, el Decreto Supremo N° 004-2018-MINEDU sobre los Lineamientos para la Gestión de la Convivencia Escolar, la Prevención y la Atención de la Violencia contra Niñas, Niños y Adolescentes y la Resolución Ministerial N° 189-2021-MINEDU Disposiciones para los Comités de Gestión Escolar en las Instituciones Educativas Públicas de Educación Básica.
Los aspectos que verificarán los escolares durante la veeduría, que se extenderá hasta el 31 de mayo próximo, serán el cumplimiento de las normas de convivencia en las instituciones educativas y aulas; la atención y prevención de la violencia en los colegios, así como los actores en la prevención y atención de la violencia.
Para la ejecución de la veeduría “Convivencia Escolar”, los estudiantes de nivel secundario, registrarán la información en un formulario virtual a través del link: https://controlsocial.contraloria.gob.pe/auditoresjuveniles/. En el caso de las zonas sin conexión de internet, los escolares podrán realizar la veeduría a través de un formulario físico proporcionado por la Contraloría. Posteriormente, los resultados serán ingresados al formulario virtual.
Una vez concluida la veeduría escolar, se elaborará el informe técnico de resultados, el mismo que podría servir de sustento para un servicio de control, de ser el caso.
El programa Auditores Juveniles de la Contraloría es un mecanismo de participación ciudadana que tiene por finalidad la vigilancia del servicio educativo y los servicios públicos, en el entorno del centro educativo y la comunidad, como parte del desarrollo de competencias previstas en el Currículo Nacional de Educación Básica o el documento que haga sus veces en atención a la normativa vigente.
Dato
En 2023, 12 574 estudiantes de los niveles inicial, primaria y secundaria sufrieron algún tipo de violencia por parte de sus compañeros, como golpes, insultos, tocamientos indebidos y acoso, lo que representa un aumento del 60% con respecto a los casos reportados en 2022, según el portal SíseVe del Ministerio de Educación.
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