Peruano triunfa en la única sede de Google en Latinoamérica

Domingo, 11 Enero 2015 - 1:00pm

Trujillo en Línea.- Con su bandeja en la mano, Rodrigo Lazo Paz se abre paso entre varios comensales. No encontrará rocoto relleno o cebiche, que tanto le gustan. Tampoco carapulcra. Hallará feijoada, harina de mandioca, pao de queijo y zucos. También verduras y cereales. Se sirve el buffet lentamente, al igual que otros talentos que, como él, llegan de toda América Latina.

La única sede que tiene Google en Latinoamérica se halla en Belo Horizonte y allí, entre otros 100 desarrolladores, se encuentra el arequipeño Rodrigo Lazo, quien labora en la empresa catalogada hace unos meses por la revista Fortune como "el mejor lugar para trabajar".

La sede del gigante de las búsquedas en Brasil cuenta con este moderno restaurante, donde un chef nutricionista aconseja a los jóvenes llegados de todo el continente. Este Centro de Ingeniería también tiene mesas de billar y videojuegos, además de salas acondicionadas para. En una de ellas, llamada Sala Roland Garrós, cientos de pelotitas de tenis adornan una extensa pared. Aquí, solo se respira un aire de calma y solidaridad.

Por primera vez el gigante Google abrió sus puertas a la prensa latinoamericana y La República estuvo allí presente.

Rodrigo Lazo Paz, de 29 años, ya tiene dos años en Google de Brasil integrando la plana de desarrolladores del gigante mundial de las búsquedas.
Talentos en Brasil
Rodrigo reside con su esposa y su niño de dos años en esta ciudad donde los turistas visitan la Praça da Liberdade (Plaza de la Libertad) y sobre todo Inhotim, un hermoso recinto de 110 hectáreas lleno de inmensos jardines y lagunas con 18 galerías de arte permanentes y 4 exposiciones temporales.
Lo identifican como un  desarrollador, es decir, ingeniero dedicado a proyectos de software. Hay unos 100 en este edificio que antes fue un garage hasta que un día una pequeña empresa, Akwan, se instaló allí y triunfó con un buscador llamado "TodoBR". La iniciativa no pasó inadvertida para la gigantesca Google y desde su sede en Mountain View, California, decidieron adquirir la pequeña pero única compañía.
Y ahora el Centro de Belo Horizonte cumplirá, este 2015, 10 años en operación. Ingenieros como Rodrigo Lazo tienen, entre otras funciones, desarrollar iniciativas para el motor de búsquedas de Google

"Los ingenieros de software, básicamente son los desarrolladores, y yo soy uno de ellos. Trabajamos en diversos proyectos. Yo lo hago en el área social, en los esfuerzos sociales que realiza la empresa, no es uno son varios proyectos en los que participamos", relata  Rodrigo, quien en sus últimas vacaciones viajó a Arequipa y fue presentado en universidades con los honores que significa trabajar en este monstruo de la web.
Lazo es parte del centenar de profesionales de este Silicon Valley latinoamericano, un 80% de los cuales son oriundos del Brasil y otro 20% proviene de países como Colombia, Chile, Venezuela y, por supuesto, el Perú.
Atraer a los mejores

Estos talentos no surgen de la nada. Google ha hecho de este Centro de Ingeniería en América Latina un polo de atracción para los jóvenes genios de la región.

Pero no es una tarea fácil, según revela la directora general de Google para Iberoamérica, Adriana Noreña: "Hay una gran competencia por los talentos, porque es escaso, pero también hay necesidad de generarlo. Hemos hecho mucho para ayudar a educar ese talento: herramientas en línea como Google Academy, Google Partners y más".

También se han lanzado programas de becas para la investigación, para estudiantes y sus profesores. Se extenderá a toda Latinoamérica en este 2015, con un millón de dólares de inversión. "Se buscan proyectos originarios de América Latina”, anunció Berthier Ribeiro-Neto, director de Google en Brasil.
Y, finalmente, nos despedimos de Rodrigo, quien ha cambiado su rocoto relleno  por una contundente feijoada.
La cultura
del fracaso
Adriana Noreña mostró la nueva cultura corporativa de Google se basa en el fracaso.  “Aquí está bien decir: me equivoqué y voy a corregirlo”.
Para ella no tenerle miedo al fracaso es algo que hay que impulsar abiertamente, y no solo en empresas de tecnología. “Hay que impulsarlo, decirlo y vivirlo. Hay gente que no lo acepta. ¿En cuántas empresas cometes un error y estás en la calle? Hay que dar esa transparencia. Nosotros lo hacemos internamente. Y la gente no tiene miedo de decirlo. Y corregirse”.(Por: arlos Páucar- La República)
(Foto Internet)

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