Trujillo en Línea.- Por el Día de Todos los Santos, miles de personas se congregaron a los cementerios para elevar una plegaria pos sus muertos. Y aunque han pasado 139 años desde la muerte, Maurio Walbrotch el Chinito Milagroso sigue siendo el más visitado aunque no sean precisamente por sus familiares.
Lo consideran como un santo y aun no lo beatificaron, pero día a día las gente lo visita en el pabellón de San Francisco en el cementerio de Miraflores. Murió el 24 de enero de 1877 y desde hace varios años, sus fieles le ofrecen misas y oraciones asegurando que concede milagros.
La tumba de Maurio Walbroch es una de las 32 000 que existen en el cementerio. Ahora es parte de la cultura popular, aunque nadie sepa su procedencia.
Sus fieles no dejan de inventar historias: fue el hijo de culí, falleció por una rara enfermedad y otros creen que rezarle se convirtió en una costumbre cuando sus familiares llegaban de su país de origen para dejarle ofrendas. Nada es comprobado, pero sus visitantes aseguran que trae buena fortuna. (Redacción Central)
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