Miércoles, 19 Junio 2019 - 3:45pm
Trujillo en Línea.- Los ministros de Economía y Finanzas del G20, en la reunión de Fukuoka (Japón) han expresado su preocupación por los riesgos de aumento de las tensiones geopolíticas y comerciales: “el crecimiento sigue siendo bajo y los riesgos siguen inclinándose a la baja. Lo más importante, es que las tensiones comerciales y geopolíticas se han intensificado. Seguiremos evaluando los riesgos, y estamos dispuestos a tomar medidas adicionales”, indica el comunicado dado por el G201.
Crecimiento a la baja
Los últimos datos estadísticos muestran que las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos están amenazando el comercio y el crecimiento económico mundial. De acuerdo con un comunicado dado por la Organización Mundial del Comercio en abril de 2019, ellos prevén que el volumen del comercio en 2019 descienda a un 2,6% frente al 3% registrado en 2018 debido al aumento de estas tensiones comerciales y a la mayor incertidumbre económica2.
Asimismo, según el último informe de Perspectivas Económicas elaborado por el Banco Mundial3, el comercio y la inversión internacional más débiles de lo esperado a principios de año, ha conllevado a la modificación del pronóstico del crecimiento económico mundial, pasando de 2,9% pronosticado en enero a 2,6% en junio. En la misma línea, de acuerdo con el Informe de Perspectivas de la Economía Mundial elaborado por el Fondo Monetario Internacional4, la actividad económica mundial se debilitó el 2018 debido principalmente a las tensiones comerciales y al aumento de aranceles entre China y Estados Unidos. El FMI proyecta una tasa de crecimiento mundial el 2019 (3.3%) menor al crecimiento alcanzado el 2018 (3.6%).
Escalamiento del conflicto
Frente a los últimos enfrentamientos entre China y Estados Unidos, la Oficina de Información del Consejo de Estado de China ha emitido un Libro Blanco sobre la posición de China sobre las consultas económicas y comerciales entre China y Estados Unidos5. En este libro se resalta que, desde febrero de 2018, las consultas económicas y comerciales han avanzado dado que las dos partes habían concidido en la mayor parte del acuerdo, sin embargo, Estados Unidos ha retrocedido en sus compromisos en las consultas económicas y comerciales. Frente a ello, China declara su firme posición de estar comprometida con consultas creíbles basadas en la igualdad y el beneficio mutuo. Frente al reciente movimiento estadounidense para aumentar los aranceles sobre las exportaciones chinas, China se opone firmemente a esto y tomará las contramedidas necesarias para salvaguardar sus derechos e intereses legales. Asimismo, China resalta que no dará lugar a cuestiones de principio destacando que ambos países deben de respetar las diferencias en su desarrollo nacional y las instituciones de cada uno.
Por otro lado, en la última cumbre en San Petersburgo, China y Rusia han firmado más de treinta acuerdos y se han comprometido a reforzar la cooperación entre ambas partes. Esta nueva cercanía entre China y Rusia es visto como una respuesta de las dos potencias contra un enemigo común: Estados Unidos6. Recientemente, el presidente de Rusia ha manifestado que las relaciones entre Rusia y Estados Unidos son cada vez peores debido a las últimas decisiones sancionadoras que Estados Unidos ha tomado en contra de Rusia. Por otro lado, ha recalcado su simpatía con China pues lo considera un socio estratégico7.
La guerra comercial es parte de una pugna integral por la hegemonía. Así lo muestra el conflicto tecnológico con Huawei, las disputas por propiedad intelectual8, la respuesta en el plano financiero que alista China. La iniciativa la Franja y la Ruta donde se pone como prioridad la cooperación. un liderazgo amigable, y la búsqueda de consolidar espacios u organismos multilaterales.
Contrasta la posición de EEUU, unilateral, respecto a lo económico (OMC, mega-procesos regionales) cambio climático, educación (Unesco). No solo reclama por pérdidas en la globalización, cambiando el discurso ideológico de las últimas décadas. Rescatan el argumento de seguridad nacional, defensa de sectores estratégicos, más allá de los mecanismos automáticos del mercado. El uso de la coerción o presión para alcanzar sus objetivos, recurriendo al poder nacional. Por ejemplo con México, amenazar con sanciones comerciales, para obligar a cambios en la política migratoria de ese país. No hay “cuerdas separadas”.
También hay una reconfiguración del orden internacional, una de cuyas manifestaciones es el afianzamiento de la alianza sin precedentes entre China y Rusia, que mencionamos anteriormente.
Así, la disminución del crecimiento es la manifestación en la superficie de procesos de cambio estructural que se están produciendo. Los paradigmas superados, la peligrosa vuelta al unilateralismo, donde lo que prima es el poder económico y militar de los países involucrados. Los cambios en la hegemonía mundial se han producido en el pasado con guerras incluidas. Esto lleva a la perentoria necesidad de reformar el sistema de Naciones Unidas y organismos multilaterales, para que estén a la altura de los nuevos desafíos.
Impactos en Perú y la región
Considerando que China y Estados Unidos son los dos principales socios comerciales para el Perú, el enfrentamiento entre ambas naciones nos afecta. El precio del cobre ha registrado su menor nivel en cinco meses y según la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, las exportaciones cupríferas alcanzaron 4,374 millones de dólares de enero a abril de 2019, cifra que refleja una caída de 11.4% con relación a igual periodo del año 2018 (4,934 millones de dólares) .
La disminución de exportaciones, de los flujos de capital y de inversión directa extranjera, mayor dificultad para integrarse a cadenas globales de valor, nuevas presiones en los temas de propiedad intelectual; son algunas consecuencias previsibles. También, la demanda de alineamiento de nuestros países, con posiciones de política internacional, lo que ya está sucediendo.
Se deberán tomar urgentes medidas de respuesta, haciendo un análisis de escenarios, y los planes de contingencia para cada uno de ellos. No solo la reactivación macroeconómica, sino también la defensa frente a la competencia externa desleal, la diversificación productiva con innovación, ciencia y tecnología, el fomento de cadenas productivas regionales y la integración regional.
Para ello, debemos defender la producción nacional, con la combinación de políticas comerciales e industriales permitidas por la OMC. Sin volver al proteccionismo extremo fracasado, pero tampoco con el continuismo y la profundización de un modelo excluyente. Sin cuerdas separadas, considerando la defensa de sectores estratégicos y la seguridad nacional. Supone sacar del abandono a la agricultura familiar y cesar la apertura importadora desleal. Dejar de tratar con guantes de seda la acción inamistosa del vecino del sur, que registra marcas de pisco violando propiedad intelectual, denominación de origen, con la complicidad de malos empresarios, la inacción de Indecopi y la tímida reacción de Cancillería(“no se vayan a molestar”).
Lamentablemente, el gobierno ha optado por la profundización del modelo en curso, con la denominada política de competitividad y productividad. Anuncia un paquete de medidas, que constituyen el plan que permitirá implementar las políticas mencionadas. En medio de la crisis política y diversas manifestaciones de protesta en el campo y la ciudad, eso solo será echar leña al fuego. Se debe responder también de manera integral. ( Por: Alan Fairlie Reinoso- Otra Mirada.pe)
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