Trujillo en Línea (Por: Fr. Héctor Herrera OP) Asia Bibi, una cristiana católica de Pakistán, sufre prisión hace cinco años, acusada de blasfemia contra Mahoma. Se fabricaron una serie de acusaciones por ser católica campesina.
El 16 de octubre, el Tribunal Superior de Lahore, el segundo grado de juicio, desestimó el recurso de Asia Bibi en contra de la condena a la pena de muerte por blasfemia impuesta en 2010.
Hoy desde diversas partes del mundo se clama por su libertad y no a la pena de muerte que es injusta. Porque aunque parezca increíble en pleno siglo XXI, se persigue a una mujer por causa de sus creencias. ¡Salvemos su vida a través de las redes sociales!
El caso Bibi saltó a los medios en noviembre de 2009. En junio Bibi, quien es campesina, fue enviada a buscar agua mientras trabajaba en un campo, por lo que otras mujeres musulmanas protestaron ya que, al no ser ella musulmana, contaminaría el recipiente y lo haría impuro. Le exigieron abandonar su fe cristiana y se convirtiera al Islam, a lo que ella se opuso.
En su defensa, respondió a sus compañeras que "Cristo murió en la cruz por los pecados de la humanidad" y preguntó a las mujeres, qué había hecho Mahoma por ellas. Ellas, al oír tales palabras, acudieron al imán local, esposo de una de ellas, quien la denunció a la Policía por el delito de blasfemia. Y es que el artículo 295 del Código Penal de Pakistán pena con la muerte blasfemar contra el profeta del Islam.
El 4 de enero de 2011, el Gobernador de Punjab, Salman Taseer, fue asesinado por un miembro de su seguridad, por su defensa de Noreen y por oponerse a la ley sobre la blasfemia.
El ministro de Minorías, Shahbaz Bhatti único cristiano miembro del gabinete de Pakistán, también fue asesinado el 2 de marzo de 2011 por su posición sobre las leyes de blasfemia.
Asia Noreen Bibi, escribía desde la prisión: “Me pregunto cuántas personas más tienen que morir por causa de la justicia. Rezo a todas horas para que Dios misericordioso ilumine el juicio de nuestras autoridades y sus leyes civiles restablezcan la antigua armonía que siempre reinó en mi gran país entre las personas de distintas religiones. Jesús nuestro Señor y Salvador nos amó libres y creo que la libertad de conciencia es uno de los mayores tesoros que nuestro Creador nos ha dado y tenemos que preservarlo”. (Carta 5.11.2012).
Esta fortaleza de su fe en Cristo, es un ejemplo para todas las mujeres que sufren la violencia no sólo física, sicológica, sino religiosa. Esperamos que la Corte Suprema de Pakistán revoque la sentencia de la pena de muerte para que no sólo en Pakistán, sino en todos los países del mundo se respete los derechos y deberes de la mujer. Para que todos en nuestro país busquemos la concordia y reconciliación y se respeten los derechos de la mujer a profesar su fe e intervenir en las decisiones políticas de su nación.
Los pueblos recuperarán su libertad en toda la amplitud, cuando la libertad religiosa, social, política y económica sean iguales para todos más allá de la raza, sexo, religión o nacionalidad. En nuestras manos está defender la vida, dignidad y libertad del ser humano.
(Publicado en Mar Adentro, 2014)
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